COLABORACIÓN: Laberintos de tinta...imaginando sensaciones.AGNES CECILIA. de MARÍA GRIPE.

Nora es una adolescente que perdió a sus padres en un accidente cuando era niña. Esto cambia su vida por completo. De pronto obligada, debe ir a vivir con sus tíos y su primo. Es muy sensible, igual que yo. No se siente parte de la familia, no encaja en ningún cuadro compartido. Algo la aleja de ellos. Aunque insistan en decirle cuanto la quieren. Por alguna cuestión tardaron en decirle la verdad de lo sucedido. Quizás para cuidarla, quizás para no tener que lidiar con su desesperanza.

Al cambiarse de casa comienza a descubrir una serie de objetos que están allí desde hace años, escondidos, como quien oculta una historia. Entonces ve un reloj que anda hacia atrás, pasos que se detienen en el umbral de su puerta, llamadas telefónicas que le piden que acuda urgente a la parte vieja de la ciudad y pregunte por Agnes Cecilia. Objetos viejos, olores extraños, maderas que crujían... Una muñeca que le brinda pistas, que por momentos parece viva...

Poco a poco se dio cuenta de que podía ser otra cosa difícil de comprender. Algo sobrenatural quizá, aunque no quería precisamente llamarlo así pensando en lo poco que entendía de esas cosas; pero era algo complicado de explicar. Difícil de construir en la cabeza . No le contó esto a nadie , ni siquiera a Dag ,su primo, por el que sentía a veces sensaciones encontradas.

Muchas veces debía decir que era "Nora Hed" la que vivía en esa casa cuando recibía extrañas llamadas telefónicas. Parecía una charla de locos. De dos tiempos distintos. De pronto escucha pasos que no sabe de quién son. Permanece inmóvil, de espaldas, no se da la vuelta, sólo escucha atentamente. Los pasos entran en el cuarto de al lado y se acercan lentamente a su puerta. Allí se paran. Todas las veces ocurre lo mismo. Los pasos vienen como salidos del silencio y se aproximan lentamente a ella. No merece la pena tener miedo piensa Nora, Sea quien sea, no le ha hecho nunca ningún daño. Ella debe de hacer como si no existiese; Los pasos se le echan encima y la obligan a escuchar con más atención cada vez.

Siempre vienen desde el cuarto redondo, empiezan allí, salen "de la nada" y se trasladan luego sigilosamente a través del cuarto pequeño, que se encuentra en medio, hacia su puerta. Ahí se paran. En el umbral. De repente se hace el silencio. Nora puede sentir en todo su cuerpo que hay alguien detrás de ella. De pie en el umbral de la puerta. Igual de quieto que ella. Esperando. A la expectativa. Observando ,sintiendo, casi acariciando, pero en otra dimensión, imposible de verse, de olerse o casi de tocarse.

Nora contiene la respiración, escucha con todo su ser y toda su alma. Y siente que el que está ahí también escucha con la misma intensidad. Los dos esperan... Pero ninguno de los dos sabe qué está aconteciendo...

Pero algo debe de significar. Estas cosas no ocurren a todo el mundo...

Nora buscaba identidad... y yo, casi sin pensarlo encontré este libro en el último estante de una biblioteca. En la escuela donde trabajé durante nueve años. Debía encontrarlo. Quizás fue Nora, o Agnes o ambas. Después de leer ese libro yo también comencé una lucha por la identidad de alguien pequeño, frágil y lleno de rulos bonitos. ¿Estaba predestinada a esto ? Alguien de otra dimensión me eligió por algo?. Nunca voy a saberlo. Fue un presagio, un llamado, una corazonada o quizás nada de eso. Pura imaginación colorida, pura sensación de primaveras, muchos libros razonados o sentidos acá , en mi alma …

"Cada ser humano debe verse a sí mismo como un ser necesario" (Arthur Schopenhauer.)

En otra entrada sigo soñando... y entonces derramaré palabras sentidas, en éste, mi laberinto de tinta soñado. Gracias por acompañarme a imaginar en colores, en aromas, en compañía y... sobre todo en armonía. ¡Hasta mañana gente!