COLABORACIÓN: EL Principito. “Lo esencial es invisible a los ojos”
- Clau.Ivy
- 21 dic 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 6 ene 2022
El principito es un cuento del escritor francés Antoine de Saint-Exupéry. Narra la historia de un pequeño príncipe que parte de su asteroide (B 612) y se interna en una travesía por el universo. Es allí donde descubre la particular forma en que los adultos ven la vida y comprende el valor del amor y la amistad. Ama a una rosa, la cuida, la contempla, la sufre y aprende de ella.
Este libro es considerado como uno de los mejores de todos los tiempos y un clásico contemporáneo de la literatura universal. Debido a su estilo sencillo y directo se lo ha considerado un libro para niños; sin embargo, su profundo carácter reflexivo sobre la vida, la sociedad y el amor, lo convierten en una narración de interés para todos. Lo he leído a lo largo de la vida muchas veces. Ha sido el inicio de muchos de mis proyectos áulicos. Sus reflexiones ocuparon carteleras o discursos. Cada vez que vuelvo a ojear sus páginas y su contenido me salpica, encuentro un perfume a tinta distinto y me sumerjo en sus hojas, sueño, imagino ese ser tan frágil e inteligente, solitario, necesario para el zorro domesticado, para la rosa que tose, para el cordero que pidió que le dibujaran…
Fue publicado en abril de 1943, en Estados Unidos, porque a causa de la segunda guerra mundial, la obra no pudo ser imprimida en Francia.
El principito narra la historia de un piloto que, arregla en el desierto del Sahara su avión averiado. Allí se encuentra con un pequeño príncipe proveniente del asteroide B 612, que le pide insistentemente que le dibuje un cordero.
El niño provenía de un planeta diminuto. Un asteroide, donde vivía con tres volcanes, uno de los cuales estaba inactivo. se entretenía arrancando las malas hierbas y veía las puestas de sol.
Un día en el suelo del asteroide nació una flor. El niño la cuidaba con dedicación. Su flor era dramática y caprichosa, y esto le molestaba. Entonces decide abandonar su asteroide y emprender un viaje por el universo en busca de un amigo. Cuando en la tierra descubre las rosas entiende que la suya no era única.
En su travesía, el principito visitó varios asteroides hasta llegar a la Tierra, donde conoció a un grupo de excéntricos personajes que le demostraron lo extraño que es el mundo de los adultos. Ellos están tan ocupados siempre en asuntos serios e importantes, que se olvidan de disfrutar la vida.
En la Tierra, el principito conoció animales, flores y personas. Allí, antes de encontrar al piloto, conoció al zorro, quien le enseñó sobre la importancia de la amistad y el valor del amor que sentía hacia su flor. Quizás fue la nostalgia por ella y la decepción que le causó el mundo de los adultos lo que motivó al principito a regresar a su planeta.
“—¡Ah! —exclamó el principito.
Y se sintió muy desgraciado. Su flor le había dicho que era la única de su especie en todo el universo. ¡Y ahora tenía ante sus ojos más de cinco mil todas semejantes, en un solo jardín!
"Si ella viese todo esto —se decía el principito—, se sentiría vejada, tosería muchísimo y simularía morir para escapar al ridículo. Y yo tendría que fingirle cuidados, pues sería capaz de dejarse morir verdaderamente para humillarme a mí también..."
Y luego continuó diciéndose: "Me creía rico con una flor única y resulta que no tengo más que una rosa ordinaria. Eso y mis tres volcanes que apenas me llegan a la rodilla y uno de los cuales acaso esté extinguido para siempre. Realmente no soy un gran príncipe..."
Y echándose sobre la hierba, el principito lloró…”
Los adultos nos olvidamos en algún rincón de la vida al niño que una vez fuimos y casi que confundimos todo … Entonces necesitamos los ojos del corazón del Principito, para entender un poco las cosas como él las siente y las sufre. Y entonces podríamos intentar ser más sinceros y hasta felices también… ¿No lo creen así?
No es solamente un libro para niños. A cada edad se abre una página diferente de la vida.
Espero comentarios, opiniones, sentimientos, o lo que brote del alma… y no se olviden las palabras del principito: “Sólo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible a los ojos “.

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